viernes, 28 de marzo de 2014

Los 9 secretos que debes tener en cuenta para hacer buen pan

Hacer pan es un proceso que exige que pruebes nuevas alternativas, descubras cómo se comportan los ingredientes,... y sobre todo, aprender de nuestra experiencia; tanto de los errores como de los aciertos.

foto de manos amasando pan
hacer pan
Las primeas veces que hacemos pan, pueden ocurrir dos cosas: que tengamos suerte y nos alga bien a la primera, o que nos salga realmente mal.

En ambos casos, lo importante es saber qué hemos hecho bien para repetirlo la próxima vez y en qué nos hemos equivocado (para corregirlo la próxima vez).

Según Ibán Yarza, en su libro sobre el pan casero, nos recomienda que sigamos estas 9 ideas antes de ponernos a hacer pan:



Ten todo preparado con antelación. Muchos de los panes que más nos gustan requieren de un proceso de elaboración que no se puede improvisar. Por ejemplo, preparar los fermentos para que estén a punto en el momento adecuado.

Mezcla bien los ingredientes. No es lo mismo mezclar que amasar. Si observas cómo funciona tu panificadora, verás como hay una fase en la que los ingredientes se mezclan y otra en la que se amasa.
Si no mezclas bien los ingredientes, la fase de reposo no va a ser efectiva.

Amasar.
No hay una técnica para amasar, hay muchas. Incluso el reposo amasa. Elige la que mejor se adapte a tus circunstancias en cuanto a tiempo y forma.

La primera fermentación. En ella se consiguen los aromas y sabores pecualiares del pan. Permite que se conserve durante más tiempo. Tan solo debes dejar que el proceso se complete a su manera. No impongas el criterio del reloj. Todo debe ir a su paso.

Formado.
Cada masa tiene unas peculiares que deben ser tenidas en cuenta  a la hora de formar el pan. Aunque es un paso breve, no deja de ser muy importante.

Segunda fermentación. Una vez que hayas formado el pan, viene esta segunda fermentación (en la nevera o a temperatura ambiente). Sabremos  cuándo hornear por la propia estructura de la masa.



Corte
. Antes de hornear.

Horneado.
Siempre es recomendable tener un cierto grado de humedad en el horno, sobre todo al inicio de la cocción. Luego podremos prolongar la fase de horneado, ya que el pan no se quemará si tenemos cuidado.

Enfriado. No seas impaciente. El pan necesita enfriarse para que puedas disfrutar de su verdadero sabor y aroma. El pan caliente no es malo, pero no sabe a pan.

En el siguiente vídeo puedes ver el proceso de elaborar pan:

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